domingo, 18 de outubro de 2015

AG da ONU renova compromisso com o direito do Povo Saharaui à autodeterminação




A 4.ª Comissão da Assembleia Geral da ONU, que trata a questão da descolonização dos povos, renovou sexta-feira o “seu consenso sobre o compromisso com o direito do povo saharaui à autodeterminação, apelando às Nações Unidas a cumprir com as suas promessas e responsabilidades em relação ao povo saharaui e aos direitos legítimos e incondicionais”.

A resolução da AG da ONU reafirma que “a questão do Sahara Ocidental é uma questão de descolonização e faz um apelo à ONU para procurar uma solução política, justa e duradoura, aceite por ambas partes do conflito e que garanta o direito do povo saharaui à autodeterminação”.


A ONU ante um dilema shakespeariano: 

“Ser ou não ser coerente na procura da paz e com 
os princípios e resoluções que definiram este conflito 
como um problema de descolonização”

O representante da Frente Polisario junto das Nações Unidas, Ahmed Bukhari, havia proferido já no passado dia 13 de Outubro, terça-feira, um discurso ante 4.ª Comissão da 70ª Sessão da Assembleia Geral da ONU. Um discurso da máxima importância e que importa ler com atenção. Nele, o dirigente saharaui interrogava a ONU e a Comunidade Internacional: “Por que tem Marrocos medo do referendo que já aceitou?...”


Texto da intervenção na íntegra:


Ahmed Bukhari


“Sr. Presidente,

En nombre del pueblo saharaui me dirijo a esta importante Comisión a la que agradezco la oportunidad de prestar su atención una vez más a la situación reinante en el Sahara Occidental, la última colonia africana en su agenda. Como ustedes saben, Marruecos invadió militarmente nuestro país en octubre de 1975, hace hoy 40 años, desoyendo el dictamen del Tribunal Internacional de Justicia y las resoluciones de la Asamblea general. El Consejo de seguridad, en su resolución 380 le exigió retirar sus  tropas invasoras del Territorio. No hizo caso. Más tarde, en 1979, la asamblea general le pide en su resolución 34/37 que ponga fin a su “ocupación militar del Sahara Occidental”, llamamiento que reitera en su resolución siguiente, la 35/19. Mas siguió  sin hacer caso. Tras 16 años de cruenta guerra  aceptó y firmó con nosotros, en 1991, el plan de paz elaborado conjuntamente por la ONU y la Organización para la Unidad africana (hoy Unión Africana) para la celebración de un referéndum de autodeterminación que permita al pueblo saharaui  elegir libremente entre la independencia y la integración en la potencia ocupante, referéndum  que debió haberse celebrado en marzo de 1992. La misión le fue confiada a la Minurso.

Han pasado 23 años y el referéndum no se ha celebrado todavía. ¿Por qué? Sencillamente porque la potencia ocupante decidió  sabotear el proceso. El 6 de noviembre del año pasado, el rey de Marruecos, fue al extremo de decir en un discurso solemne que “Marruecos se quedará en el Sahara occidental hasta el fin de los tiempos”.

Efectivamente, allí está todavía, ocupando una gran parte de nuestro territorio, humillando a la ONU y a  su misión en el territorio, la Minurso, violando de forma  brutal  los derechos humanos hasta el límite de haber cometido genocidio según la sentencia del máximo tribunal penal español, la Audiencia Nacional de Madrid.  Esta allí todavía, saqueando de forma acelerada los recursos naturales de nuestro país, e inundando deliberadamente la región con  drogas que recogen  organizaciones terroristas que pululan en el Sahel.


Con esto quiero decir, Sr. Presidente, que la ONU, está ante un dilema shakespeariano. Ser o no ser. Ser o no ser coherente en la búsqueda de la paz y con los principios y resoluciones que han definido este conflicto como un problema de descolonización. La potencia ocupante de nuestro país  nos ha mostrado, y no solo desde hoy, que es una amenaza permanente a la paz regional y deber ser persuadido a cooperar con la Minurso para el cumplimiento del mandato que le fue conferido antes de que sea demasiado tarde. ¿Por qué le tiene Marruecos miedo al referéndum que ya aceptó? El pueblo saharaui cree que la ONU tiene los medios para evitar a tiempo  la extensión a nuestra región del horror que vemos a diario en algunos países del norte de África y de Oriente Medio. Debemos, las dos partes en este conflicto injusto que se ha prolongado demasiado, con vuestra ayuda y aliento, aunar esfuerzos para trabajar por la paz desde la legalidad internacional, de forma civilizada, en el marco de la ONU. Este es nuestro mensaje a Marruecos, pero también, y sobre todo, a la ONU. Muchas gracias”.

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