Ilustração do blog "o caderninho que fala..."
Um dia depois da União Europeia ter prorrogado por mais um ano o Acordo de Pesca com Marrocos — que inclui as águas do Sahara Ocidental e onde a esmagadora maioria das embarcações beneficiadas são espanholas... —, uma comissão do Parlamento Europeu reprova um acordo de liberalização comercial com o reino alauita. Se no caso das pescas os espanhóis beneficiam, no caso agrícola vêem-se ameaçados com a concorrência dos tomates e hortaliças marroquinas… O caso evidencia também as contradições entre as várias instâncias da União Europeia, com o Parlamento Europeu a assumir posições mais coerentes com o Direito Internacional. O artigo é do correspondente do diário PUBLICO espanhol, Daniel Basteiro.
El pacto, al que se oponen los agricultores europeos y muy especialmente los españoles, acabaría con las restricciones comerciales para el 45% de las importaciones europeas en Marruecos y el 55% de sus exportaciones de frutas y hortalizas a países de la UE.
El principal motivo de la decisión es, según los parlamentarios, "la grave crisis que afecta al mercado de las frutas y hortalizas", ya que "incluso unas modestas cantidades de productos procedentes de terceros países podrían representar un nuevo elemento de inestabilidad". Los parlamentarios se refieren así a la crisis originada por el bloqueo de importaciones decretado por varios países, dentro y fuera de la UE , a raíz de la crisis de la bacteria E. coli en Alemania.
Beneficiar a los saharauis
Sin embargo, fuentes comunitarias aseguran que la inclusión del territorio del Sáhara Occidental en el acuerdo ha estado también en el origen de la negativa de la Comisión de Agricultura.
Según las resoluciones de la ONU en vigor, todo acuerdo comercial con Marruecos que incluya el territorio del Sáhara debe garantizar la repercusión en la población local o bien excluir del convenio el territorio de la excolonia española, como hizo EEUU en su tratado comercial con Rabat.
Akhannouch firmará mañana la prórroga por un año del acuerdo pesquero, que venció en febrero. La Eurocámara se opone también a la renovación por cuatro años de este acuerdo, cuyas negociaciones están en fase inicial, ya que exige garantías sobre la repercusión de sus beneficios (36 millones al año que ingresa Rabat) en la población saharaui. España, que se beneficia del convenio pesquero pero que podría salir perjudicada del acuerdo agrícola, es uno de los países que más defienden ambos acuerdos.
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