In: ABC (Madrid), 08/01/2011, 06h12
LUIS AYLLÓN
Temor a que se abra otro frente con Rabat por la veintena de saharauis que solicita asilo político en España
La decisión de una veintena de saharauis de solicitar asilo político en España ha provocado inquietud en el Ministerio de Asuntos Exteriores, justo cuando se va a producir la llegada a Madrid del nuevo embajador de Marruecos, Ahmedu Uld Suilem, aplazada durante ocho meses.
Los saharauis llegaron a la isla de Fuerteventura [Canarias] el pasado miércoles, en patera, y al ser detenidos por la Policía española afirmaron que huían «de la represión y del infierno de El Aaiún» y algunos añadieron que se habían estado escondiendo al ser buscados por las Fuerzas de Seguridad de Marruecos por haber estado presentes en el campamento de Gdeim Izik, desmantelado por la fuerza el pasado 8 de noviembre.
Una veintena
Aunque en un principio se habló de que los solicitantes de asilo eran 16, ayer el vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo que los peticionarios son 20. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Rubalcaba señaló que su departamento tramitaría esas peticiones «de acuerdo con la ley».
Los solicitantes permanecían ayer en el Centro de Internamiento de Extranjeros de El Matorral, en Fuerteventura, y algunos ya habían comenzado a tramitar su petición.
Según pudo constatar ABC en medios gubernamentales, la demanda de los saharauis ha provocado cierta inquietud en el Ejecutivo por la repercusión que puede tener en las siempre delicadas relaciones con Marruecos. Al parecer, hasta ahora no se había producido nunca una petición de asilo político por parte de habitantes de la antigua colonia española, la mayoría de los cuales suelen tener la nacionalidad marroquí, ya que Marruecos es quien administra de hecho, aunque no de derecho, el territorio.
En el Gobierno se teme que una hipotética concesión de asilo a los saharauis sea interpretado de manera negativa por las autoridades marroquíes, ya que supondría reconocer que en Marruecos no se respetan las libertades políticas.
Por el contrario, una negativa a las solicitudes desataría una nueva oleada de críticas en España, sobre todo desde los sectores de izquierdas. Ayer, el secretario de la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-Sáhara), Miguel Castro, instó al Gobierno a conceder el asilo a los saharauis, a quienes calificó de «refugiados políticos» que escapan del «cerco» de Marruecos para evitar ser juzgados «por sedición al reclamar el derecho de autodeterminación del Sáhara y haber sido organizadores de la logística del campamento», informa Servimedia. Amnistía Internacional pidió la «máxima diligencia» al estudiar las solicitudes.
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