quarta-feira, 15 de maio de 2013

Porquê o medo da MINURSO?




A proposta norte-americana de incluir entre as responsabilidades da MINURSO a supervisão dos direitos humanos no Sahara Ocidental criou uma forte tormenta mediática em Marrocos que não amainou com a “vitória” de Rabat após fracassar a iniciativa. Várias foram as vozes que pediram uma mudança na política e gestão marroquina deste assunto. Sem dúvida, o artigo que mais polémica desencadeou em Marrocos é o que aqui publicamos, escrito por Ali Anouzla, jornalista e diretor do site informativo marroquino independente Lakome.com, e duramente atacado pelos setores governamentais após a sua publicação.

No es la primera vez en la que dentro del proyecto del informe de la ONU se pide la ampliación de las competencias de la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO) para que incluya la supervisión de los derechos humanos en el Sáhara y Tinduf. Ya se hizo la misma propuesta en informes anteriores y Marruecos siempre logró que no saliera adelante. La novedad esta vez es que no se trata de una simple propuesta en el proyecto del informe elaborado por el secretario general de las Naciones Unidas y su enviado especial en el Sáhara y presentado al Consejo de Seguridad para su aprobación, sino que se trata de la iniciativa de uno de los miembros del Consejo de Seguridad para presentar un borrador de resolución al Consejo de Seguridad en el que se pide la ampliación de las competencias de la MINURSO a la supervisión de los derechos humanos. El responsable de esa decisión es una potencia mundial, Estados Unidos, que consideraba y sigue considerando que la iniciativa marroquí para conceder una amplia autonomía territorial a la zona en conflicto es «seria y creíble».

Pero esta vez el asunto es más serio o así parece por la desconcertada reacción oficial marroquí puesta de manifiesto en un comunicado del Gabinete Real que califica la iniciativa estadounidense de «parcial» y «unilateral» y la desestima con rotundidad. Parece que Rabat, a través de esta reacción, ha roto con rapidez o de manera precipitada su vínculo con Estados Unidos, y por lo tanto no la queda otra que intentar apoyarse en la posición francesa. Dado que resulta poco probable que Francia se enfrente directamente a Estados Unidos vetando la iniciativa estadounidense, la posición francesa sólo intentará suavizar el contenido y la formulación de la iniciativa estadounidense.



Antes de criticar la posición estadounidense o suplicar que Francia se posicione, por qué no planteamos la pregunta directamente: ¿Por qué ese miedo de Marruecos a la ampliación de las competencias de la MINURSO en el Sáhara a la supervisión de los derechos humanos?

El comunicado emitido por el Gabinete Real dice: «Por su parte, el reino de Marruecos ha adoptado medidas voluntaristas para promover y proteger los derechos humanos, sobre el conjunto de su territorio. Es en este marco en que se inscriben, especialmente, el refuerzo de la independencia de los mecanismos nacionales de los derechos humanos y la ampliación de la apertura de Marruecos a los procedimientos especiales de las Naciones Unidas, respondiendo así a las aspiraciones de la comunidad internacional y más particularmente del Consejo de Seguridad» ; previamente el comunicado dice que «los esfuerzos del reino a favor de la promoción de los derechos humanos sobre el conjunto del territorio nacional, incluidas las provincias del sur, son saludados por la comunidad internacional y por numerosos socios internacionales». Entonces, ¿Por qué tener miedo en ese caso, si los derechos humanos en Marruecos son respetados y ese respeto es elogiado por la comunidad internacional? Si es así no hay duda de que la MINURSO elogiará también a las autoridades marroquíes por respetar los derechos humanos lo que fortalecerá la posición de Marruecos. ¿No debería ser recibida de buen grado esa propuesta?

El informe del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dirigido al Consejo de Seguridad el 8 de abril contempla en el párrafo 116 lo siguiente: «Debido a los constantes informes sobre violaciones de los derechos humanos, la necesidad de una supervisión independiente, imparcial, completa y permanente de los derechos humanos en el Sáhara Occidental y los campamentos de los refugiados Tinduf es más que urgente». Asimismo, el borrador de la resolución estadounidense habla de la supervisión de los derechos humanos en el Sáhara y los campamentos de Tinduf, algo que armoniza plenamente con el discurso oficial marroquí para quien los refugiados saharauis en los campamentos de Tinduf están «confinados» por «las bandas del Polisario». Además, Marruecos pidió en la séptima ronda de las negociaciones informales, que tuvo lugar en Nueva York en junio de 2011, la inclusión de la cuestión del respeto a los derechos humanos en la agenda de las sesiones de negociación supervisadas por las Naciones Unidas, tal y como subrayó el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Al Tayeb al Fasi al Fihri: «Se está pidiendo encarecidamente que se cree un mecanismo independiente que garantice protección diaria a todos los habitantes de los campamentos desde hace más de 30 años», un mecanismo que permita a «la comunidad internacional y a los organismos de la ONU conocer la realidad de la situación en los campamentos y establecer un mecanismo independiente capaz de garantizar una protección diaria». Entonces, si la ampliación de las competencias de la MINURSO incluiría la supervisión de los derechos humanos en los campamentos de Tinduf, ¿Por qué Marruecos se opone a la decisión? ¿No sería más correcto aplaudirla?

Hay quien argumenta que la ampliación de las competencias de la MINURSO atentaría contra la soberanía marroquí en las provincias saharauis. Pero todo el mundo sabe que ningún país del mundo reconoce la soberanía marroquí sobre el Sáhara, ni siquiera las Naciones Unidas. Las sedes de la MINURSO en el Sáhara no están sujetas a la «soberanía marroquí», de lo contrario, la existencia de estas sedes y los vehículos utilizados por los miembros de la misión para moverse, grandes vehículos y coches todoterreno e incluso pequeños aviones, todos identificados con el logo de Naciones Unidas y de su misión en el Sáhara, habrían sido considerados una violación de la soberanía marroquí.

La cuestión del Sáhara está sobre la mesa de las Naciones Unidas para que se le encuentre una solución, y cuando Marruecos acepta negociar reconoce automáticamente que hay un problema, pero cuando considera que la soberanía del territorio en conflicto está zanjada, entra en una contradicción flagrante. O bien hay un problema de soberanía, y entonces se debe aceptar la ayuda de las Naciones Unidas para encontrar una solución, o bien se reconoce que la soberanía marroquí está zanjada y por lo tanto no hay necesidad de acudir a las Naciones Unidas, o negarse a colaborar con la ONU si este trato puede afectar a la «soberanía marroquí».
 
Quartel-General da MINURSO
em El Aaiún, capital do Sahara Ocidental


Por último, el responsable de las últimas novedades en el asunto es la parte encargada de su gestión. En este punto deben ser definidas claramente las responsabilidades y el gobierno actual no tiene nada que ver con la gestión de ese asunto ni a nivel político, ni a nivel diplomático o interno. La cuestión del Sáhara, desde que existe, ha sido y sigue siendo gestionada por los servicios militares y de seguridad y por el Ministerio del Interior. Todas estas instituciones siguen instrucciones directas de Palacio, que monopoliza la gestión e incluso la información sobre la evolución del asunto.

Durante los últimos años se han cometido muchos errores, especialmente en el ámbito del respeto a los derechos humanos. El error más grave fue el que se cometió con el desmantelamiento del campamento de Agdeim Izik, cuando los servicios militares y de seguridad recibieron órdenes por la noche para atacar a manifestantes desarmados mientras dormían en jaimas fabricadas con la ropa de las mujeres. El resultado fue trágico y todavía ningún responsable de esos servicios ha sido llevado a juicio o ha rendido cuentas de lo sucedido. Desde 2010, las ciudades del Sáhara, de El Aaiún a Dajla, Smara y Buchdur, viven bajo un concienzudo asedio policial y por algunos barrios de esas ciudades circulan día y noche patrullas militares. La opinión pública ha visto a mujeres indefensas arrastradas por las calles de Smara en El Aaiún y mujeres torturadas en las calles de Buchdur sin que se haya abierto ninguna investigación sobre lo ocurrido. Los partidos políticos y la prensa, que están armando la marimorena por la decisión estadounidense, se han callado y siguen guardando silencio ante las reiteradas violaciones de los derechos humanos que se cometen en el Sáhara y fuera del Sáhara.

La demanda de ampliar las competencias de la MINURSO es un resultado inevitable de la política seguida en la gestión del asunto del Sáhara. Cuando esta gestión sea democrática y esté sujeta a una autoridad que goce de legitimidad democrática y rinda cuentas al pueblo, entonces estaremos iniciando el camino hacia una solución que sólo será democrática.

Siempre se dice que el asunto del Sáhara en Marruecos es un asunto del pueblo y del régimen, pero el problema es que el régimen es el que gestiona el tema sin consultar al pueblo al que solo quiere para aplaudir, protestar o movilizarse.

Cuando en Marruecos haya una democracia real y llegue a su fin el poder caprichoso que gobierna en solitario, cuando sean respetados los derechos humanos y la dignidad de las personas por todo el país, de norte a sur, en Taza, Beni Buayach, Emdar, Duar Shlihat, Sidi Ifni, Dajla, El Aaiún y se rindan cuentas en el Parlamento de Rabat, solo entonces se encontrará la solución al problema. Dice un refrán marroquí: «El gato no escapa de la casa cuando hay boda».

Fonte: http://tinyurl.com/cwr2frc
Data de publicação do artigo original: 17/04/2013
Autor: Ali Anouzla علي أنوزلا (jornalista marroquino e diretor da publicação lakome.com)
Traduzido do árabe para o espanhol por  Mónica Carrión

1 comentário:

  1. Please mention the photographer http://www.flickr.com/photos/cingularite/7322213374/

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