sexta-feira, 18 de novembro de 2016

Discurso do Presidente da RASD E SG da Frente Polisario na 41ª Conferência Europeia de Apoio e Solidariedade com o Povo Saharaui (EUCOCO)

Inauguração da 41ª EUCOCO -18 de novembro de 2016. Vilanova i la Geltru.




En el nombre de Dios Clemente y Misericordioso.
Sr. Pierre Galand, Presidente de la EUCOCO.
Señoras y señores miembros de la TaskForce y en la Presidencia de la Conferencia.
Señoras y señores, representantes de gobiernos, parlamentos, partidos políticos, organizaciones y asociaciones.
Militantes del movimiento de solidaridades de todos los continentes.

Estimados/as presentes,
Inauguramos hoy la 41º Edición de la Conferencia Europea de Solidaridad con el Pueblo Saharaui, un evento internacional, que año tras año, renueva el compromiso y la fortaleza del movimiento de solidaridad con la lucha del pueblo saharaui por su libertad e independencia.

Quiero al comienzo de estas palabras, dirigir nuestra sincera gratitud y consideración, a todos quienes han contribuido, de forma directa o indirecta, al proceso de preparación y organización de este certamen de vanguardia. Saludo los infatigables esfuerzos desempeñados, en tan corto periodo y a pesar de las inmensas dificultades, por los amigos del pueblo saharaui en Vilanova i la Geltru, en Cataluña y en España; y su coordinación con la TaskForce y con las representaciones del Frente Polisario en Barcelona y en Madrid.

Señoras y señores,
Celebro la acertada decisión de los organizadores de esta conferencia, en rendir un merecido tributo, a un destacado hombre en la lucha del pueblo saharaui y de todos los pueblos, por la recuperación de sus derechos usurpados: el Presidente Mohamed Abdelaziz. Con su deceso, hemos perdido a un líder extraordinario; un militante perseverante, y un intrépido combatiente, dispuesto siempre a ofrecer lo mejor de sí, por lo más valioso: la libertad y la dignidad.
Nos dejó, siendo estimado y honrado, dándonos extraordinarias lecciones de sacrificio y mayor desempeño, hasta en los últimos instantes de su vida y a lo largo de su vasta trayectoria de lucha, siguiendo el ejemplo de leales héroes, como Mohamed Sidi Brahim Basiri, símbolo de la resistencia anticolonial y del líder y fundador, Luali Mustafá Seyed.

Mohamed Abdelaziz, fue por encima de todo, un hombre de paz; comprometido con los valores de la humanidad. Seguirá siendo un baluarte para el noble y pacífico pueblo saharaui, que rechaza la violencia; pero si se ve en la disyuntiva, aun en contra de su deseo, de tener que recurrir a la lucha armada -un derecho legítimo de los pueblos sometidos al colonialismo- lo hará, llegado el caso, con una fuerza y determinación solo equiparables, a su profundo apego a la defensa al derecho a la vida, a la existencia y a la dignidad.



Este combativo y paciente pueblo, dio lecciones al mundo por su capacidad de lidiar con la sobrevenida pérdida de su líder; con un alto nivel de conciencia y responsabilidad, así como de compromiso con su unidad y cohesión, al lograr una transición que se ajusta a la normalidad democrática y a acorde a sus leyes, haciendo fracasar las apuestas de su enemigo.

Ha sido un mensaje dirigido a la potencia ocupante marroquí y a quienes la encubren. Apostar por la fatiga, la claudicación o la renuncia de este pueblo a sus objetivos, es una empresa abocada al fracaso. Han transcurrido 41 años de firmeza, de lucha y de enfrentamiento en extremas condiciones de desafío, sin embargo, la llama de la resistencia sigue estando aquí, inconfundible, consolidando cada día, la insondable confianza de los saharauis en la victoria y la independencia y ampliando el espacio, de la solidaridad internacional con su legítima lucha.

El Estado saharaui, en tanto que materialización de la voluntad inequívoca de los saharauis, es hoy una realidad nacional, regional e internacional irreversible; que se rige sobre sus propias instituciones ejecutivas, legislativas y judiciales y con una vigorosa presencia africana y mundial.

El pueblo saharaui que ha sido y es, víctima del genocidio, del destierro, la tortura y represión del expansionismo marroquí, ha sido capaz bajo el liderazgo del Frente Polisario, de atestiguar un salto cualitativo en el logro de una sociedad civilizada, apegada a nobles valores; abierta al mundo; comprometida con los principios de la democracia, la igualdad y la coexistencia pacífica entre culturas y religiones.

Esta  experiencia singular, es hoy objeto no obstante, de nuevas amenazas, tales como el crimen organizado y las organizaciones terroristas, que gozan del apoyo y la financiación generosa de los dividendos provenientes de las drogas del reino marroquí; el mayor productor y exportador de cannabis en el mundo y principal amenaza, a la paz y la estabilidad en nuestra región.

Las políticas del Estado saharaui, las sociales, educativas, culturales y hacia la religión; han constituido un factor de moderación y estabilidad en la región. Acorde a nuestros compromisos internacionales, en especial en el seno de la Unión Africana y con los países vecinos, continuaremos contribuyendo de modo incansable, al combate al terrorismo y del extremismo, en tanto que amenazas para la humanidad. Resultaría desleal, que la comunidad internacional no preste el apoyo y la protección debidos, al pueblo saharaui y sus legítimas demandas.

Señoras y señores,
Acogemos con satisfacción los avances positivos, en los ámbitos políticos, legales y judiciales, con la causa saharaui alcanzados en Europa.

La decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, de diciembre de 2015 y el criterio consultivo del Abogado General de la Unión, el Sr. Walthelt, de septiembre de 2016, han constituido elementos de meridiana claridad, que desechan todo tipo de instrumentalización, ante lo que será, el definitivo modo legal de proceder, de las instituciones europeas en relación al conflicto saharaui-marroquí. Para la Unión Europea -como viene siendo para las Naciones Unidas, así como para la Unión Africana y otros -Marruecos, no dispone de soberanía alguna sobre el Sahara Occidental y los acuerdos europeos con aquel país, no poden afectar de modo alguno, los territorios ocupados de la República Saharaui, ni sus aguas territoriales. Dichos pronunciamientos, han confirmado una vez más, la responsabilidad legal que España aún entraña, como potencia colonial y administradora del territorio; y que el Frente Polisario, es el único y legítimo representante del pueblo saharaui y en dicha condición, goza de suficiente personalidad jurídica, que le habilita a representar a su pueblo, ante los tribunales de justicia.

A pesar de los concluyentes dictámenes, aún existen retrocesos y contradicciones en su aplicabilidad en el terreno, por parte de la Unión Europea. Europa, está en el origen del conflicto saharaui-marroquí, toda vez que España aún no asuma sus obligaciones de potencia colonizadora y administradora del Sahara Occidental en la descolonización del territorio. Europa, es responsable de la persistencia de este conflicto, habida cuenta que dos países, como Francia y España, han apoyado y apoyan por medios económicos, diplomáticos y con armamento, un proyecto expansionista y de agresión. Europa, es responsable del sufrimiento del pueblo saharaui, mientras Francia y España, promueven acuerdos, incluidos los de empresas, que violan lo establecido por el propio Tribunal de Justicia Europeo y alientan al régimen marroquí, a persistir en su desafiante política a la legalidad internacional; a violar los derechos humanos, a expoliar y a excluir a los saharauis de sus recursos naturales, así como, por su contribución a la permanencia en una situación de división: entre población refugiada y población sometida a la represión y al bloque, bajo la ocupación.

Señoras y señores,
Siento decir, que el logro de una solución pacífica al conflicto saharaui-marroquí, está hoy bajo fuerte amenaza. La explosiva situación que se vive en la zona del Gargarat al sur del Sahara Occidental, no habría acaecido, sino fuera porque la MINURSO, decidió renunciar a su obligación de impedir a tiempo, la violación cometida por marruecos; extremo que emplazó y exigió al ejército saharaui, a intervenir ante el intento marroquí de apoderarse de nuevos territorios y a alterar con ello la situación existente, en grave violación del acuerdo militar número 01, por medio del cual se rigen las relaciones entre la MINURSO y las dos partes en conflicto.

Marruecos sin ningún margen de duda, es responsable por dicha amenaza, a través de sus reiteradas escaladas y provocaciones; pero el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, es el primer responsable, por haber fracasado desde 1991, en hacer cumplir sus propias decisiones, concebidas para la descolonización del Sahara Occidental.

El Consejo de Seguridad, es responsable del impase que vive el conflicto, al permitir que la MINURSO sea una excepción a la regla; tolerando su sometimiento a la voluntad de una fuerza de ocupación militar e ilegal, a diferencia de lo establecido para otras misiones de mantenimiento de paz; como las matrículas de sus automóviles; los visados de entrada; la no vigilancia del respeto a los derechos humanos; los impedimentos a la libre entrada de observadores internacionales y la prohibición de interactuación con la población del territorio.

El Consejo de Seguridad es responsable, porque con su connivencia permanente hasta la fecha, ha allanado al camino al ocupante marroquí, a actuar al margen de la legalidad internacional vigente, agrediendo las prerrogativas del propio Consejo, a través de su rechazo a colaborar con el Secretario General y con su enviado personal; mediante la expulsión del componente político y administrativo de la MINURO y la reciente violación flagrante, al alto el fuego.

Si bien es cierto que la responsabilidad en este caso, es del conjunto del Consejo de Seguridad, no es menos cierto, que Francia, miembro permanente en dicho organismo, ha sido el mayor impedimento ante la aplicación de la legalidad internacional, al facilitar la necesaria protección a la posición obstruccionista marroquí; al ocultar el 2006 el informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y al impedir, de forma reiterada, que la MINURSO se ocupe de la protección de los derechos humanos.

Francia, hoy es un verdadero escollo ante las decisiones que podrían restituir al organismo mundial su debido decoro. Con su conducta, Francia tendrá que asumir las consecuencias de cualquier descarrilamiento, resultante de la actual tensión en la zona del Gargarat, en donde los ejércitos saharaui y marroquí, les separa una línea de apenas 120 metros.

La paz en el Sahara Occidental está bajo seria amenaza. Su salvación, requiere de una posición decidida por parte del Consejo de Seguridad, en imponer la aplicación de lo establecido y acordado en el Plan de Arreglo africano y de las Naciones Unidas, firmado por las dos partes, con el objetivo de celebrar un referéndum de autodeterminación, libre, justo y transparente, a través del cual, el pueblo saharaui pueda ejercer su inalienable derecho a la autodeterminación e independencia.

Señoras y señores.
Los territorios ocupados de la República Saharaui, viven bajo un estado de asedio, por medio del cual Marruecos, a la vez que se ensaña en la prácticas de detención y tortura y todo tipo de violaciones sistemáticas a los derechos humanos, lleva a cabo operaciones de expulsión en contra de observadores internacionales independientes, algunos de los cuales están hoy con nosotros. Desafortunadamente, dicha situación es correspondida a menudo con ignorancia, por parte de gobiernos e instituciones internacionales, incluida la Unión Europea.

Aprovechamos esta ocasión, para reiterar nuestra demanda al levantamiento del bloqueo impuesto a los territorios ocupados del Sahara Occidental; al desmantelamiento del crimen contra la humanidad representado en el Muro marroquí; al cese inmediato de las violaciones a los derechos humanos y al expolio de los recursos naturales, así como, renovamos la exigencia a que la MINURSO disponga de un mecanismo eficaz, para la protección y monitoreo de los derechos humanos.

La potencia ocupante, en una decisión sorpresiva y de dudosa fiabilidad, habría cancelado las decisiones tomadas por un tribunal militar en contra de los presos de Gdaim Izik, reservándoles sin embargo, peores condiciones de trato humano y degradante. No existe razón alguna para su permanencia en las cárceles marroquíes. Exigimos su inmediata liberación y la de todos los presos políticos saharauis, así como el esclarecimiento del paradero de los desaparecidos, como consecuencia de la criminal invasión marroquí al Sahara Occidental, desde el 31 de octubre de 1975.

Quisiera en nombre del pueblo saharaui, dirigiros como representantes del movimiento de solidaridad, nuestro más sincero agradecimiento y aprecio. Rendimos un afectuoso homenaje y reconocimiento, a los valientes hombres y mujeres que nos han dejado. Un afectuoso saludo a todas las asociaciones y grupos parlamentarios, locales, nacionales, regionales e internacionales, así como a las entidades especialidades, como el Observatorio Internacional de los Recursos Naturales del Sahara Occidental y otros.

Vuestro apoyo a la lucha de nuestro pueblo, es un noble mensaje a todos los pueblos del mundo. Dicha posición alivia los padecimientos de los y las saharauis; fortalece su confianza y les trasmite un mensaje de solidaridad, de que no están solos en su lucha por la libertad y a dignidad.

El pueblo saharaui, requiere no obstante de mayor apoyo y solidaridad. El país ocupante aún ejerce políticas de represión, de corte de sustentos, de expolio a los recursos naturales, a la vez que los refugiados, padecen no solo de la inclemencia del clima y la naturaleza, sino de reiterados intentos de reducir la ya de por sí, escasa ayuda humanitaria

Quisiera en vuestro nombre, dirigir un especial agradecimiento a la hermana Argelia, pueblo y gobierno, por su inalterable posición de principio, desde el primer día, en apoyo a la justa lucha del pueblo saharaui; y por su firme y clara exigencia, a la necesidad de aplicación de la Carta y resoluciones de las Naciones Unidas, así como por su llamado al respeto de la voluntad libremente expresada por el pueblo saharaui.

Nuestros agradecimientos, también van a África y a su honorable organización, la Unión Africana, que se ha comprometido sin vacilaciones, con la defensa de la causa del pueblo saharaui, como último caso de descolonización en el continente, reafirmando que la libertad de África, no será plena, mientras el pueblo saharaui no pueda disfrutar de sus legítimos derechos.

De la misma manera que nos enorgullecen nuestras raíces y nuestra pertenencia africana, nos complacen nuestras relaciones culturales y geográficas con los pueblos de España y de América Latina, hoy y siempre.

Es ocasión, para expresar nuestro agradecimiento y aprecio, al amplio y transversal movimiento de solidaridad, reflejo de los sentimientos de hermandad y solidaridad de los pueblos de España para con el pueblo saharaui.

Deseamos que el Estado Español, asuma sus obligaciones legales y morales hacia nuestro pueblo, llevando a término el proceso de descolonización en el Sahara Occidental. España continúa siendo, quizá hoy más que nunca, parte esencial de este problema, que no ha prescrito con el tiempo; ha tenido su origen en el pasado sí, pero su persistencia, es desafortunadamente también, parte intrínseca de nuestro presente.

No nos oponemos en absoluto a las relaciones entre España y Marruecos en todos los dominios, pero resultará  un nuevo crimen, si el precio para su alcance, es a cuesta de mayor conspiración, más sangre; lágrimas y sufrimiento para el pueblo saharaui.

La España del 2016 no es la España de 1975. No existe ningún pretexto para no remediar tan lamentable error. La transición democrática permanecerá incompleta, mientras el Estado Español, no resarza el inmenso agravio de los vergonzosos Acuerdos Tripartidos de Madrid. El nuevo Gobierno y las nuevas Cortes, están llamados a una movilización decisiva para poner fin a los sufrimientos del pueblo saharaui, a través de la realización de un referéndum de autodeterminación. Si España consigue tan noble objetivo -porque debe y puede- habrá contribuido a una reconciliación con su historia y consigo misma, y habrá aportado, de forma significativa, a la justicia; a la democracia y a la paz

Viva el Sahara Occidental libre e independiente
Fuerza, determinación y voluntad, para imponer la independencia y la soberanía.

Muchísimas gracias.


Fonte: spsrasd

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